¿Cómo detectar irregularidades en una oposición?

Seguramente te habrás preguntado en más de una ocasión qué tipo de irregularidades pueden darse en las oposiciones. En este post voy a explicarte las que a mi parecer son más comunes.

Todo proceso de selección de personal para trabajar en el sector público, ya sea una oposición, un concurso o un concurso-oposición, debe regirse por tres principios: igualdad de oportunidades, capacidad y mérito, señala Academia TEBA.

En teoría, cualquier falta a cualquiera de estos principios podría ser motivo de impugnación. Pero en la práctica hay supuestos en los que la impugnación será más sencilla de conseguir que en otros.

Si leemos la prensa estos días descubrimos que cada vez afloran más las protestas por supuestas irregularidades en los procesos de oposición. Los casos que se llevan la palma, como el de los aspirantes a bomberos de Madrid, son denuncias contra la misma filosofía del proceso, normalmente por establecer períodos de transición y favorecer más la promoción interna que a los aspirantes de acceso libre que aspiran por primera vez a ocupar la plaza.

Este tipo de irregularidades, digamos “sistémicas”, son más difíciles de impugnar, aunque nada es imposible. En el caso de los aspirantes a bombero de Madrid, si su comunidad autónoma no cede a sus demandas, la principal vía que les queda es el largo camino de acudir al Tribunal Constitucional.

Sin embargo, es más sencillo conseguir una impugnación si descubres irregularidades en los exámenes, en los listados de aprobados y en los procesos de selección que indiquen que pueda haber habido trato de favor hacia algunos aspirantes determinados.

El listado puede ser tan extenso como ilimitado sea el ingenio humano. Yo os hablaré de los casos que me parecen más flagrantes, aunque seguro que hay muchos más.

Irregularidades en los tribunales de evaluación

– Cuando algún miembro del tribunal es familiar directo o indirecto, amigo o superior de alguno de los aspirantes.

– Cuando el tribunal se forma saltándose los criterios establecidos por la ley correspondiente para la formación de tribunales. Puede ser por ignorancia o por interés en favorecer a alguien. En cualquier caso es una irregularidad susceptible de impugnación.

Irregularidades en los exámenes

– Cuando se pone el mismo examen en horas y días distintos. Le da ventaja a los que se presentan al examen al día siguiente.

– Cuando el examen, normalmente de tipo test, se ha de realizar en tan poco tiempo que sea humanamente imposible leerse las preguntas antes de marcar las respuestas.

– Cuando existan patrones en las respuestas que puedan indicarle cuál es la correcta a quien los conozca previamente: uso de cursivas, palabras específicas o tipografías diferentes, por ejemplo.

Irregularidades en las listas de aprobados

– Cuando en la lista de seleccionados de una prueba aparece alguien que no aparece en la de seleccionados de la prueba anterior.

-Cuando los aprobados son familiares o amigos de cargos políticos o funcionarios importantes de la institución. En este caso solamente este dato no bastaría para impugnar la oposición, aunque en la mayoría de las ocasiones nos dé pie a sospechar que ha habido trato de favor.

– Cuando la plaza se le da a la misma persona que la ocupaba anteriormente en régimen provisional. Este es un clásico de las administraciones locales. Como en el anterior supuesto, no suele bastar para impugnar la oposición pero sirve de indicador para analizarla detenidamente para ver si se ha cometido alguna irregularidad.

Irregularidades en los criterios de baremación

– Cuando se puntúan criterios que tienen poco que ver con la plaza ofertada y mucho con el perfil de unos de los candidatos, que además suele tener algún tipo de relación con miembros de la institución.

Cabe decir que, afortunadamente, cada vez se cometen menos irregularidades en las oposiciones. A pesar de ello, la escasez de plazas ofertadas y la dura competencia por obtener una plaza pública están haciendo que aumente el número de impugnaciones.

Es obvio que si suspendemos, ante la frustración de ver como nuestro sueño se nos escapa de las manos, mucha gente trate de conseguir una segunda oportunidad alegando cualquier irregularidad susceptible de recurso. Mi recomendación es que trates de ser objetivo y acudas a alguna persona experta, como pueda ser un representante sindical, para analizar si realmente se ha cometido alguna irregularidad que pueda ser impugnada. La impugnación es un proceso largo en el que no siempre te acaban dando la razón y que podría distraerte de los estudios y acabar perjudicando tu preparación en otras convocatorias.